XI CONCURSO REGIONAL DE ORTOGRAFÍA
La alumna María Morales González de 4º B fue seleccionada desde el Departamento de Lengua Castellana y Literatura para participar el pasado junio en el Concurso Regional de Ortografía que se celebró en el IES «Santa Eulalia» de Mérida. Precisamente, ella misma nos cuenta de forma maravillosa en esta entrada cómo fueron estas pruebas y la pregunta de por qué le gusta leer.
El acontecimiento comenzó, en sí, en el trayecto hacía Mérida. Fui con mi profesor de Lengua, Valero. Para poder realizar el examen del concurso debías llevar tu documentación personal (DNI), y un bolígrafo azul. Todo básico, muy sencillo.
Una vez llegamos al instituto, pues bajamos unas escaleras, y había un montón de gente. Alumnos de otros institutos, que también iban acompañados de sus profesores. Nos encontrábamos todos en un pasillo, y había unas tres personas delante del todo, que esperaban tras una mesita verde a poder comenzar a pasar lista.
Una vez llegaron todos los participantes, dichas personas comenzaron a nombrar alumno por alumno en orden en el que había entregado su solicitud de participación.
Recuerdo a una señora mayor que empezó a explicar algunas cosas acerca del examen que estábamos a punto de hacer. También nos dio ánimos y nos dio las gracias por haber participado en el concurso, que seguramente seríamos uno de los mejores de nuestras clases por haber sido elegidos para el concurso.
La primera pregunta se trataba de una serie de palabras que nos fueron dictadas, junto a sus definiciones, y nosotros teníamos que escribirlas en sus correspondientes definiciones, de forma correcta, es decir, sin faltas de ortografía.
Las preguntas siguientes fueron también bastantes sencillas, aunque hay que admitir que cometí bastantes errores, pero espero que como todos los que estábamos allí. Nadie es perfecto.
El examen era un «cuadernillo», formado por seis páginas a una sola cara y estaban dobladas por la mitad en el interior de un sobre. Este tenía en la parte delantera una especie de código que te identificaba.
Dicho examen tenía una duración de hora y media, pero obviamente muchas personas terminaron mucho antes de tiempo. En mi caso, por ejemplo, lo terminé en unos 45 minutos. Cuando la hice la hora completa, metí el examen de vuelta en el sobre, lo dejé sobre la mesa, y me fui.
Y ya está. Fuimos de vuelta a Villafranca para continuar las clases en el instituto.
En mi opinión, la experiencia me gustó mucho. Es decir, está bastante bien hacer un examen «aleatorio» de algunas asignatura, y que a demás, si lo haces superen, pues te den un premio. Mi experiencia fue un poco agridulce, porque cuando salí de allí me di cuenta de muchos fallos que había cometido, y dichos fallos de ortografía los había estudiado anterior en las clases de lengua.
Pero bueno, no pasa nada. No tienes nada que perder por intentarlo. Y quién sabe, a lo mejor sale bien.
Me pregunta el profesor qué sí me gusta leer, pues claro. Es uno de mis pasatiempos preferidos. En mi opinión, leer es una de las mejores formas de mejorar, en general, de forma intelectual. Es decir, tu imaginación aumenta, al igual que tu vocabulario, tus conocimientos…Para mí una persona que no lee supone la privación de algo que se podía describir como una sensación bastante agradable. Lo recomiendo muchísimo. Mis libros preferidos son de amor, ficción, y algo de poesía.
Así que sí, aunque creas que no te gusta leer, deberías probar diferentes estilos hasta encontrar algo que te guste, y verás todas las consecuencias buenas que tiene.
Gracias María, por ser consciente de la importancia de la ortografía y de la lectura (nos has ahorrado una o dos sesiones de clase).
No lo sabemos si ha habido suerte al final, pero sí una alumna bastante satisfecha por haber participado.