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Autor: Adminropace

La planta de la semana IV

EL RINCÓN DEL JARDINERO

 

LA PLANTA DE LA SEMANA IV

 

 

LogoTJACEBO (Ilex aquifolium)

 

Se trata de un arbusto de hoja perenne, porte considerable y de naturaleza longeva, originario de las zonas umbrías y más húmedas del sur y del oeste de Europa. Es una planta dioica; es decir, existen especies macho y especies hembra, siendo esta última la encargada de producir frutos y semillas, siempre y cuando haya tenido lugar la correspondiente polinización por parte del acebo macho.

 

   Para la cultura celta era un árbol sagrado, que vinculaban al paso del tiempo, a la longevidad, a la fertilidad y a la vida, por estas razones debió ser ampliamente utilizado en sus ritos asociados al solsticio de invierno, momento en que se produce el apogeo de su fructificación. En una sola planta, cuando el rigor del invierno se hacía más extremo, las viejas culturas vieron en el color rojo intenso de sus bayas el color de la sangre que es la vida, y en el verde pronunciado de sus hojas los frutos de la tierra y el alimento.

 

Ciertamente no es una planta exigente con los suelos, aunque sí lo es con las condiciones bioclimáticas, ya que prefiere los ambientes umbrosos y cierta humedad ambiental. Su madera es resistente y compacta, muy apreciada en ebanistería, su corteza y sus hojas tienen propiedades contra la fiebre y el resfriado, estas cualidades y aquellas que le atribuyeron las ancestrales culturas hacen de algún modo que esta planta irradie cierta energía positiva. Ahora, más que nunca, es tiempo de acebos.

 

La planta de la semana III

EL RINCÓN DEL JARDINERO

LA PLANTA DE LA SEMANA III

 

 

Poinsetia. Flor de Pascua.

 

Euphorbia pulcherrima.

 

      Se trata de un arbusto de hoja perenne y de porte mediano originario de las regiones tropicales de México que el primer embajador de Estados Unidos, Roberts Poinsett, introdujo en su país en 1825, otorgándole a esta planta renombre internacional.

 

 En nuestro contexto es una planta que, en principio precisa de importante atención durante el invierno, pues requiere una temperatura media comprendida entre 18º / 22º C, no tolera los cambios bruscos de temperatura ni los riegos excesivos, y le perjudican bastante las corrientes de aire. Su encanto reside en las vistosas brácteas de color rojo (rosáceo, tono salmón, etc) que se desarrollan en torno a las pequeñas florecillas amarillentas que emergen de los penachos centrales. En nuestro hemisferio alcanza su plenitud ornamental entre noviembre y febrero, con lo cual hemos de protegerla de los fríos y heladas invernales proporcionándole una ubicación luminosa en el interior de casa, lejos de la calefacción y de posibles corrientes de aire.

 

    Es realmente complicado mantener la planta viva hasta finales de marzo, pero si lo hemos logrado deberemos sacarla al exterior, abonarla y disponerla en una zona de semisombra proporcionándole generosos riegos en verano; obtendremos una nueva floración el invierno próximo si entre septiembre y noviembre proporcionamos a la planta catorce horas al día de oscuridad total.