El Centro
Los orígenes
del actual Instituto de Educación Secundaria "MELÉNDEZ VALDÉS"
José A. Soler Díaz-Cacho
(Publicado en Revista del Centro
NUM . 0 –DICIEMBRE 1.999)
Antes que nada, y a modo de
introducción, es necesario indicar que la enseñanza pública secundaria no fue
una preocupación para las autoridades civiles de Villafranca, durante una época
determinada. En la localidad había, desde finales del siglo pasado, dos
prestigiosos centros privados que satisfacían las necesidades de aquellos que
podían acceder a los mismos. La gente de Villafranca representaba una pequeña
parte del alumnado total de dichos centros y eran una minoría de los escolares
de la ciudad. De forma que para el Ayuntamiento de la época, no era una
cuestión primordial el acceso al Bachillerato de esa enorme masa de escolares
que, por una razones o por otras, se veían impedidos de estudiar en los
colegios privados, y no se cuestionaba, desde la Alcaldía, ningún tipo de
solución, ya que, para ellos, tampoco existía el problema.
Será, con
la aprobación del Primer Plan de Desarrollo, en noviembre de 1.963, cuando el
Ministro Lora Tamayo ponga en marcha los mecanismos tendentes a crear una red
de centros públicos de Segunda Enseñanza.
Las
primeras referencias que se tienen sobre la creación de una Sección de
Instituto de Enseñanza Media en nuestra ciudad, se remontan al 23 de Abril de
1.964, cuando, el en Acta de la sesión ordinaria del Ayuntamiento, se recoge el
informe que el Alcalde ofrece a los Concejales sobre la reunión mantenida, en
el Gobierno Civil de Badajoz, con el Ilmo. Sr. Director General de Enseñanza
Media, en el que éste expuso el proyecto de creación de varias Secciones
Delegadas de Instituto Nacional de Segunda Enseñanza, en la provincia de
Badajoz, habiéndose designado a Villafranca como a una de esas sedes, para lo
que el Ayuntamiento tendría que aportar los terrenos necesarios para que se
edificase sobre ellos.
En los
años sesenta España era un país atrasado, y Badajoz una de las provincias más
deprimidas del Estado. En sus pueblos y en algunas ciudades se carecía de las
infraestructuras básicas, como eran: la red de saneamiento, el agua corriente o
la recogida de basuras. De forma que cualquier promesa de mejora, que afectase
a algún grupo de población, se recibía siempre con cierta expectación. Por
ello, he considerado conveniente recordar las condiciones en las que vivían,
algunos sectores de población, en nuestra ciudad, alrededor del año 1.964. Por
ejemplo, el presupuesto municipal para ese año era de 7.951.247,91 ptas., una minucia
si lo comparamos con los más de 1.100.000.000 ptas. presupuestados en
Villafranca en 1.999. Se habían iniciado las obras de captación y distribución
de aguas en la ciudad y se estaba organizando un servicio de recogida de
basuras para la zona centro. La renta que pagaba al Ayuntamiento el legendario
Kiosco Bar Las Delicias era de 50 ptas. al día. Las calles que estaban
iluminadas tenían escasos, o a veces, un único punto de luz, que en el Acta del
día 29 de enero de 1.964 el Concejal encargado del alumbrado pretendía elevar a
40 W. de potencia.
Eran
tiempos de penuria económica, en los que un gran número de funcionarios
municipales tenían que pedir, a menudo, adelanto de haberes, que luego
restituían en catorce mensualidades. Los ejemplos que se aportan son
suficientemente elocuentes: la Profesora de Educación Física contratada por el
Ayuntamiento para impartir clases en las escuelas públicas cobraba 225 ptas. al
mes, el encargado del matadero 40 ptas. diarias, el Maestro Alarife (Maestro de
la Villa) 70 ptas. diarias, las limpiadoras de las Escuelas 25 ptas. diarias y
el Secretario del Ayuntamiento, que solicita aumento de sueldo, 5.788 ptas. al
mes, casi ocho veces más que las limpiadoras. Las pensiones de viudedad y
orfandad, que cobraban los familiares de funcionarios municipales, eran de 200
y 150 ptas. respectivamente, pero sacarse una muela costaba 100 ptas., el
sueldo de cuatro días de una limpiadora, y una colección de fuegos artificiales
para las fiestas 9.500 ptas. Existían problemas de paro, a los que se hacía
frente con fondos remitidos por el Gobierno Civil: 75.000 ptas. en julio de
1.965, 150.000 ptas. en noviembre del mismo año … Y, a pesar de esas
carencias en infraestructura y de las desigualdades sociales, se aprueba la
construcción de una fuente luminosa por un importe de 797.258 ptas., lo que
supondría aproximadamente un 10 % de los presupuestos municipales de la época.
Las obras
de más provecho las acomete el Estado, por necesidad, como fue el caso del
Colegio Público Sta. Mª de la Coronada, nombre que le asigna el pleno municipal
del día 9 de octubre de 1.965, o las de la Sección Delegada del Instituto.
En
Villafranca, según los datos que tenía la Inspección de Educación, había, en
esta fecha, 1.823 escolares de entre seis y doce años y 769 de entre trece y
catorce años. El Ayuntamiento rebajaba el primer grupo a 1.590 escolares, 851
niños y 385 niñas. como el ratio por aula era en esa época de 40 alumnos y el
número de escuelas en funcionamiento en la ciudad de 33, había un déficit de 25
aulas, que se subsanan, en cierta medida, con la apertura del Colegio de 16
unidades que se abre en la calle Lepanto.
En mayo de
1.964 hubo un primer compromiso, por parte del Ayuntamiento, para ceder los
terrenos sobre los que construir la Sección Delegada del Instituto. Desde ese
momento, hasta que en el Acta Municipal del día 3 de noviembre de 1.969 se
habla de la Sección Delegada como de una realidad, el camino fue largo, y
después de esta fecha tampoco faltaron los problemas, como refleja el Acta del
día 29 de noviembre de 1.969, con el curso bastante avanzado, donde se faculta
al Alcalde para que realice las gestiones necesarias para dotar de suministro
eléctrico a la Sección Delegada.
La marcha
de este largo proceso, que dura más de cinco años, se inicia cuando en el pleno
del día 29 de octubre de 1.964 se aprueba la cesión de 12.000 m2 ,
localizados en la finca "Las Sileras" donde el Ayuntamiento poseía
unos "terrenos propios" en los que estaban ubicados los silos
subterráneos para guardar el grano, para que fuese construida la Sección
Delegada del Instituto en el plazo de cinco años.
En marzo
de 1.965, el Gabinete Técnico de la Dirección General de Enseñanzas Medias
comunica al Ayuntamiento la fecha de inicio de las obras: 1 de enero de 1.966,
así como la de su inauguración: 1 de octubre del mismo año. Pero las obras no
comienzan en 1.965, ya que en el pleno del día 31 de enero de 1.966 se faculta
al Alcalde para que haga las gestiones oportunas a fin de que se inicien dichas
obras, y en mayo de ese mismo año el Alcalde contesta a la pregunta de un
Concejal sobre los rumores que circulan por la ciudad acerca de las razones
reales que paralizan el proyecto de la construcción de la Sección Delegada del
Instituto.
El 9 de
febrero de 1.967 se vuelve a hacer una pregunta al Alcalde sobre la marcha del
expediente de creación de una Sección Delegada del Instituto, y se repite la
pregunta por otro Concejal el 26 de febrero. El día 20 de abril de 1.967, por
fin, se publican en el B.O.E. las bases para la contratación de obras de
construcción de una Sección Delegada de Instituto de Enseñanza Media en
Villafranca de los Barros.
Las obras
comenzaron inmediatamente, puesto que en el pleno del día 8 de julio de 1.967
un concejal se interesa por los problemas que surgieron en las obras de
cimentación del edificio. Los problemas de cimentación debieron de ser tan
graves que en el pleno extraordinario del día 22 de septiembre de 1.967 se
acuerda imponer contribuciones especiales a todos los vecinos de Villafranca a
objeto de hacer frente a los gastos extraordinarios que originaron dichas
obras.
febrero de 1.968, en el Acta del día 15, se nos dice que: "la Sección
Delegada está en curso de construcción". Ese mismo día aparece
publicado en el B.O.E. la creación de la Sección Delegada del Instituto de
Enseñanza Media de Villafranca de los Barros que, sin embargo, no inicia su
actividad docente, como Sección Delegada del Instituto de Zafra, hasta el curso
académico 1.969-70, siendo su primera Profesora Delegada (Directora) Dña. Mª
del Carmen Ramírez.